Sabemos lo importante que es la
comunicación en cualquier relación, así que con los niños no va a ser
menos.
Los adultos necesitamos saber que es lo que piensan y sienten
nuestros pequeños, sobre todo, para poder ayudarlos en momentos de
crisis. Y que aprendan a escucharnos para que sepan lo que se les dice.
Pero los niños no nacen sabiendo cómo expresar sus sentimientos ni lo
que les ocurre de una manera adecuada.
Aquí van algunas ideas de cómo deben escuchar los padres o adultos para que el niño hable:
- Muchos adultos repiten las mismas cosas una y otra vez, y además,
cada vez más fuerte. Acordaros: con los niños es mejor hablar en voz
baja y explicarles que sus acciones conllevan una consecuencia real.
- A veces, sólo empleamos las palabras para comunicarnos con el niño y
no caemos en la cuenta en que quizás estén en una etapa demasiado
temprana para entendernos. Tened en cuenta que: los niños pequeños
responden mejor a formas directivas que a discursos interminables.
Necesitan mucha estructura.
- Los adultos deben escuchar también lo que el comportamiento de los
niños dice. Tenemos que convertirnos en expertos en leer el cuerpo de
nuestros pequeños y adolescentes.
- Hay que ayudar a los niños a definir sus sentimientos y emociones.
Por ejemplo, cuando tiren un juguete por que están enfadados por algo,
decirles: entiendo que estés molesto cariño pero dímelo y yo te ayudaré a
resolverlo de otra forma.
- Hay que dedicar tiempo para hablar y escuchar a los niños. Es cierto
que los adultos andamos muy ocupados y vamos con prisas a todos lados
pero lo niños tienen otro ritmo, necesitan tiempo y atención para poder
expresarse. Es fundamental tener muchas conversaciones con los niños y
adolescentes, ya que aquí la calidad no compensa la cantidad. Ya que una
buena conversación no recuperará años de silencio.
Por otro lado,
¿cómo se debe hablar al niño para que la comunicación sea más efectiva?
Es cierto que en ocasiones es complicado encontrar un momento para
hablar con el niño, pero es esencial para construir una buena
comunicación.
Es igualmente importante, mantener conversaciones individualizadas con el padre y con la madre en el caso de una familia.
Los siguientes pasos pueden servir de orientación para mantener la comunicación con el niño:
- Decidan momentos para hablar. El niño, por norma general, da pistas
de cuando les apetece hablar, de manera verbal y con su comportamiento.
Es importante escucharlos en ese mismo instante, sobre todo, si son
niños pequeños pero si no se puede, queden a una hora del día donde se
puedan dedicar unos minutos a escuchar tranquilamente al niño.
- Se debe prestar la máxima atención. El niño debe sentir que es el
único en el mundo, por lo tanto, no se debe de estar haciendo otra cosa,
no atender a otro miembro de la familia o niño y estar en un lugar
silencioso y privado.
- El adulto debe iniciar la conversación. A veces, cuando los niños
quieren hablar les cuesta mucho arrancar. Los adultos pueden iniciarla o
simplemente, sentarlos cerca, abrazarlos durante un rato y esperar
tranquilamente a que empiecen.
Se les puede decir frases como: “Cuando llegaste del cole te vi un
poco triste, ¿te gustaría contarme que ha pasado cariño?”. Si el niño
confirma que le ha pasado algo pero que ahora no quiere hablarlo, debe
saber que habrá tiempo para decirlo más tarde, cuando esté preparado.
- Mantener la conversación activa. Los adultos solemos dar consejos,
prestar enseguida ayuda e incluso, darles un discurso sobre el tema. Hay
que resistir la tentación. A veces, simplemente se trata de
escucharlos.
También se les pueden hacer preguntas que incremente su confianza,
por ejemplo, “Ah y ¿entonces qué hizo?” o “¿Y qué te dijo?”. Y
afirmaciones de apoyo que muestren comprensión, como: “Seguro que eso te
enfadó mucho” o “A mi me hubiese puesto muy triste”.
El niño sentirá que se le escucha cuando el adulto repita lo que ha
dicho o se lo interprete, con frases como: si el niño dice “Pepito me
pegó”, el adulto puede repetir: “¡Cómo!, ¿Pepito te pegó?” o se les
puede comentar: “Jo, pues siento Pepito tu mejor amigo, seguro que te
molestó especialmente que él te pegará, ¿verdad?”.
- Se aprecia lo que comparte. Se le debe hacer saber al niño que es
muy importante que haya decidido hablar con nosotros de sus cosas, que
todo lo que nos cuenta es fantástico. Como por ejemplo, abrazándolo y
besándole o diciéndole: “Seguro que te ha sido difícil hablar de esto,
gracias por contármelo”.
IDEAS DE COMO HABLAR con los más pequeños son:
- Siempre comunicarme con ellos mirándoles a los ojos.
- Hablarles con voz sosegada y firme.
- Utilizar afirmaciones en lugar de preguntas cuando quieras que hagan
algo. Por ejemplo evitar: “¿Ana quieres recoger tu cuarto ya?”. Es
importante indicarles exactamente lo que tienen que hacer, cuándo, dónde
y cómo.
- Emplear con ellos frases muy sencillas y cortas.
- Decirle al niño lo que se piensa y siente. Los niños son expertos en
leer el lenguaje no verbal de los adultos, sobre todo, de sus padres.
Así que es crucial explicar al niño las emociones que producen en
nosotros sus acciones o actitudes en lugar de corregirlos o criticarlos
directamente.